¿Soltera a los 40? No pasa nada... Los 40 son los nuevos 20!!

El miedo a la soledad probablemente empieza a pasar de vez en cuando por nuestra cabeza, y hoy les digo, no pasa nada, no estás sola, tampoco lo estarás, pero mientras llega esa persona que pueda ocupar un lugar en tu vida, te digo: no estas sola, te tienes a ti misma, es genial! Pienso que es necesario poder conocerse uno mismo, llenarse de amor propio para poder darle amor a otra persona. No te preocupes por el futuro; ocúpate de él, pero no dejes que te arrastre.

Esta es mi historia para ti:

Tengo 40 años, soy empresaria, networker, agente de bienes raíces, tengo dos hijos, de 19 y 17 años que son mi todo, no se imaginan lo que es mi vida de bendecida con ellos. Ellos grandes y yo empezando mis mejores momentos y Soltera!

Y todo empezó hace 21 años atrás:

Año 1997, me casé con el que se convertiría en el padre de mis hijos, 8 años de matrimonio que se acabaron y empezando de cero yo nuevamente pero ahora con 2 maravillosos hijos por los cuales tuve que levantarme y avanzar en lo profesional.

Año 2008, me caso nuevamente y al hacerlo me dije ya aprendiste y sabes como llevar de una mejor manera un matrimonio, vamos a lograrlo! Yo creo en el matrimonio, vengo de un hogar con unos padres que tienen 41 años de casados y que me han dado el mejor de los ejemplos de los que es convivir en pareja con total complicidad. Sin embargo, un choque de culturas, entre otras cosas, provocaron grietas en nuestra relación, las cuales no se arreglaron y nos llevó a divorciarnos.

En este momento me pregunté: ¿por qué? entre otras preguntas más, pero la vida continúa y tenía que seguir avanzando. Ambos grandes personas pero no funcionó.

Año 2013, empiezo una nueva relación, él, un hombre extraordinario, con quien me vi envejeciendo y compartiendo nuestros días, amigos, cómplices, amantes, pareja, y en un abrir y cerrar de ojos todo cambió, terminamos hace 2 meses. Estoy buscando respuestas y me pregunto: ¿qué hice mal?. Las primeras 4 semanas fueron muy difíciles, sola pasando ese duelo, haciéndome preguntas, buscando culpables, repasando nuestra relación, como me hubiera gustado que todo fuese diferente, pero él se desvió del camino.

Si estás en la misma situación, tranquila, las respuesta llegarán, no te apresures y disfruta el camino al máximo.

Conversando con un amigo y contándole lo que me había pasado, éste me preguntó: Que tipo de hombre quieres a tu lado? Callada, mirándolo a los ojos, suspiré y luego le dije: en verdad quieres saberlo? Sonriendo me dijo: claro!

Le respondí: Siendo una mujer en este siglo moderno, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mi. Yo pago todas mis cuentas y facturas, yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre, me mantengo sola y soy independiente!

En este caso yo estoy en la posición de preguntar...Qué es lo que un hombre podría aportar a mi vida...?, no te parece?

Él, se me queda mirando ahora mas confundido y sorprendido, pues pensó que yo me iba a referir al dinero y le digo: No me refiero al dinero, Yo quiero algo más.

Yo quiero un hombre que luche por superarse y mejorar todos los aspectos de la vida, alguien con quien conversar sin que mire el celular, con quien poder hacer planes, establecernos metas y cumplirlas, que se motive a ser cada vez mejor; yo no busco a alguien mentalmente simple e inmaduro, quiero a alguien a quien admirar y que me admire por mi misma. No necesito un hombre que luche por la perfección financiera sino un hombre que luche hombro a hombro conmigo para sostener nuestro hogar y juntos construir un patrimonio, un legado de riqueza para nuestra familia, sin que este sea una carga más en espera de ser mantenido. Yo quiero a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo pasé y paso en la vida como mujer, mis retos, mis conflictos internos, pero lo suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer.

Yo quiero a alguien al cual yo pueda respetar y que me respete por lo que valgo como mujer. Busco alguien en quien pueda confiar, que me respete como su pareja y mejor amiga, que no sea fiel a mi sino a sus sentimientos. Un hombre que sea un digno ejemplo para nuestros hijos, mas no una vergüenza para ellos. Mi amigo atónito me miro fijamente y me dijo: estoy confundido, pero amiga estás pidiendo mucho!, a lo que yo respondí: te equivocas, "¡Yo valgo mucho!".

Ya no me da miedo estar soltera, creo que el mejor regalo es conocerte a ti misma y no permitir que cualquiera te acompañe en el camino por llenar espacios, sino realmente porque algo aporta para que yo sea mejor. Aprendí que para querer o amar primero debo quererme yo, la dignidad personal es el reconocimiento de que somos merecedores de lo mejor.